jueves, 29 de septiembre de 2011

Vamos tallereando algo...

En este ejercicio trabajemos algo de ortografía. Recuerda que las palabras homófonas son aquellas que suenan igual pero que se escriben de forma diferente. A continuación te voy a mostrar tres narraciones, dentro de ellas hay errores ortográficos que debes encontrar, solo una es la correcta. Elige cuales son los correctos, y colócalos en los comentarios. SUERTE

1.- Juan ablando la carne, mientras que yo, ablando por teléfono con Ricardo, le pedia el hasta bandera para las festividades de septiembre. Él me contestó, que hasta que fuera con su tía podría entregármelo.

2.- Juan hablandó la carne, mientras que yo, ablando por teléfono con Ricardo, le pedía el asta bandera para las festividades de septiembre. El me contestó, que asta que fuera con su tía podría entregármelo.

3.- Juan ablandó la carne, mientras que yo, hablando por teléfono con Ricardo, le pedía el asta bandera para las festividades de septiembre. Él me contestó, que hasta que fuera con su tía podría entregármelo.

1.- El doctor habría con mucho cuidado a su paciente, con el bisturí, porqué sino su paciente abría muerto.

2.- El doctor abria con mucho cuidado a su paciente, con el bisturí, porqué sino su paciente abría muerto.

3.- El doctor abría con mucho cuidado a su paciente, con el bisturí, porqué sino su paciente habría muerto.

1.- Aremos la tierra, dijo nuestro padre, así haremos riqueza.

2.- Haremos la tierra, dijo nuestro padre, asi aremos riqueza.

3.- Haremos la tierra, dijo nuestro padre, hasi haremos riqueza.

1.- Del harte de Jennifer, ¡Ya me arté!

2.- Del arte de Jennifer, ¡Ya me arté!

3.- Del arte de Jennifer, ¡Ya me harté!

1.- El ató sus zapatos, mientras caía hato de ropa que habiamos formado.

2.- El ató sus zapatos, mientras caía hato de ropa que aviamos formado.

3.- El ható sus zapatos, mientras caia ato de ropa que aviamos formado.

1.- Para hallar el atajo, ve por allá, sólo debes rodear al hatajo vacuno que estorba.

2.- Para allar el hatajo, ve por allá, sólo debes rodear al hatajo vacuno que estorba.

3.- Para hallar el atajo, vé por hallá, sólo debes rodear al hatajo vacuno que estorba.

1.- No te vallas por aquel lado, por que hay vallas que estorban.

2.- No te vayas por aquel lado, porque hai vayas que estorban.

3.- No te vayas por aquel lado, porque hay vallas que estorban.

1.- Está Juanita es muy bajilla para su edad, por eso no alcanzó y rompio la vajilla de la tía.

2.- Ésta Juanita es muy vajilla para su edad, por eso no alcanzó y rompió la bajilla de la tía.

3.- Ésta Juanita es muy bajilla para su edad, por eso no alcanzó y rompió la vajilla de la tía.

1.- El doctor se baso en una teoría muy complicada, pero mientras él hablaba yo tiraba mi vazo sin querer, eso hiso que todos me voltearan a ver.

2.- El doctor se vasó en una teoría muy complicada, pero mientras el hablaba yo tiraba mi baso sin querer, eso hizo que todos me voltearan a ver.

3.- El doctor se basó en una teoría muy complicada, pero mientras él hablaba yo tiraba mi vaso sin querer, eso hizo que todos me voltearan a ver.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Vamos tallereando algo...

Lee el siguiente cuento y elabora una pregunta que tenga que ver con una postlectura, es decir, que no se encuentre en la superficie de la narración sino que tengamos que hacer una conexión de hechos, por ejemplo: ¿La muerte sigue sin significar nada para el narrador? o ¿lo enterraron de día o de noche?.


Yo sé lo que te asusta

Alan López

Decía ser una persona sin miedo alguno. Para mí el mayor de los temores no significaba nada como es la muerte. Sigue sin significarme nada.

Hoy me veo aquí, acostado y desesperado pese a un extraño encierro. Solo puedo ver por un pequeño vidrio hacia el cielo. Escucho llantos y susurros en un ambiente frió y sombrío.

Petrificado miro lo poco que me rodea y como a través de ese vidrio desciendo lentamente mientras palas sincronizadas dejaban caer tierra sobre mí. Una reacción de escalofrió me hizo golpear y gritar hacia todos lados de lo que muy confusa y real seria el entierro de mi presunta muerte.

Esos llantos de dolor que anteriormente había escuchado fueron opacados por los míos llenos de miedo y desesperación. Nadie parecía escucharme.

Resignado veía como por ese pequeño vidrio la tierra apagaba la luz. Sin fuerzas por la bruma del dolor di mi último grito que se perdió en lo oscuro de lo que increíblemente podría decir, mi ataúd.

Volví a despertar con lágrimas en lo que era mi habitación. Feliz de que solo hubiese sido un horrible sueño.

Mi orgullo fue lo demasiados grande como para no contar nada aunque mi madre se dio cuenta y me dijo en tono de gracia: “- Yo sé lo que te asusta. Y a firma: La pesadilla -“. Una respuesta tan certera pensaba mientras desayunaba.

Al atardecer mientras volvía de la escuela recibo un mensaje en mi celular de mi madre. Al leer ese mensaje hubiera querido que sea otra de las burlas que caracterizan a mi divertida madre y no un regaño que me hizo tirar el celular del miedo. “ ¡¿Hijo donde anduviste metido?! Me costó una vida sacar la tierra de tus sabanas”










domingo, 11 de septiembre de 2011